miércoles, 7 de mayo de 2014

DIGESTION Y ABSORCION DE NUTRIENTES


DIGESTION Y ABSORCION DE CARBOHIDRATOS

La mayoría de los carbohidratos se ingiere como almidón, un largo polisacárido de glucosa en forma de cadenas rectas con ramificaciones ocasionales.
La digestión del almidón comienza en la boca con la acción de la amilasa salival. Esta enzima separa algunos de los enlaces entre moléculas de glucosa adyacentes. La acción digestiva de la amilasa salival se detiene algunos momentos después de que el bolo deglutido entra en el estómago porque esta enzima se inactiva en el pH bajo del jugo gástrico.
La digestión del almidón ocurre sobre todo en el duodeno como resultado de la acción de la amilasa pancreática. Esta enzima divide las cadenas rectas del almidón para producir un disacárido maltosa y el trisacárido maltriosa. Junto con la maltosa y maltriosa se liberan cadenas ramificadas cortas de moléculas de glucosa llamadas oligosacáridos, tras la actividad de esta enzima.
Enzimas del borde en cepillo localizadas en las microvellosidades de las células epiteliales del intestino delgado hidrolizan la maltosa, maltriosa y los oligosacáridos en monosacáridos.
Las enzimas del borde en cepillo también hidrolizan los disacáridos sacarosa y lactosa en sus monosacários constitutivos. Luego, estos monosacáridos son movidos a través de la membrana de la célula epitelial por transporte secundario activo, en el cual la glucosa comparte un acarreador de membrana común con el Na+.
Para finalizar, la glucosa deja las células epiteliales por difusión facilitada ingresa en el líquido intersticial, desde el cual se difunde hacia los capilares sanguíneos cercanos de las vellosidades intestinales.


DIGESTION Y ABSORCION DE PROTEINAS

La digestión de las proteínas comienza en el estómago con la acción de la pepsina. Algunos aminoácidos se liberan en el estómago, pero los productos principales de la digestión de la pepsina son polipéptidos de cadena corta.
La digestión de la pepsina contribuye a producir un quimo más homogéneo, pero no resulta esencial para la digestión completa de las proteínas que tiene lugar en el intestino delgado.
La mayor parte de la digestión de las proteínas se produce en el duodeno y el yeyuno. Las enzimas del jugo pancreático tripsina, quimiotripsina y elastasa dividen enlaces peptídicos internos de las cadenas polipeptídicas; por ello, estas enzimas se agrupan juntas como endopeptidasas.
Como resultado de la acción de estas enzimas, las cadenas polipeptídicas son digeridas en aminoácidos libres, dipéptidos y tripéptidos.
Los aminoácidos libres se absorben por cotransporte con Na+ en las células epiteliales y son secretados en los capilares sanguíneos. 

DIGESTION Y ABSORCION DE LIPIDOS

La emulsificación de la grasa ayuda en la digestión porque las gotitas de emulsificación más diminutas y numerosas presentan un área superficial más extensa que las gotitas de grasa sin emulsificar que llegan de manera original al duodeno.
La digestión de las grasas se produce en la superficie de las gotitas a través de la acción enzimática de la lipasa pancreática, la cual recibe el apoyo en su acción de una proteína llamada colipasa, que recubre las gotitas de emulsificación y la "fija" la enzima lipasa a ellas.
Los ácidos grasos libres, monoglicéridos y lisolecitina derivados de los lípidos digeridos son más polares que los lípidos sin digerir. Estos productos se integran con rapidez en las micelas de sales biliares, lecitina y colesterol de la bilis para formar micelas mixtas en el duodeno. Luego, las micelas mixtas se mueven hacia el borde en cepillo del epitelio intestinal donde ocurre la absorción.
Los ácidos grasos libres, monoglicéridos y lisolecitina pueden dejar las micelas y pasar a través de la membrana de las microvellosidades para entrar en las células epiteliales intestinales.
Una vez dentro de la célula, estos productor se utlizan para resintetizar trigliceridos y fosfolipidos dentro de las células epiteliales.
A continuación, triglicéridos, fosfolípidos y colesterol se combinan con proteínas dentro de las células epiteliales para formar unas partículas pequeñas llamadas quilomicrones.
Estas diminutas combinaciones de lípidos y proteínas se secretan en el quilífero central de las vellosidades intestinales. De este modo, los lípidos absorbidos pasan a través del sistema linfático y terminan por integrarse a la sangre venosa a través del conducto torácico.




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