Después de que una célula miocárdica ha sido estimulada por
potenciales de acción que se originan en el nodo SA, produce sus propios
potenciales de acción. Casi todas las células miocárdicas tienen potenciales de
membrana en reposo alrededor de -85mV. Cuando son estimuladas por potenciales
de acción provenientes de una región marcapasos, estas células quedan
despolarizadas al umbral, por lo que sus compuertas de Na reguladas por voltaje
se abren.
La fase ascendente del potencial de acción de células que no
son marcapasos se debe a la difusión hacia adentro rápida de Na a través de
canales de Na rápidos. Después de la reversión rápida de la polaridad de
membrana, el potencial de membrana declina con rapidez hasta alrededor de
-15mV. A diferencia del potencial de acción de otras células, esta magnitud de
despolarización se mantiene durante 200 a 300 ms antes de la repolarización.
Esta fase de meseta se produce por una difusión hacia
adentro lenta de Ca a través de canales de Ca lentos, lo cual equilibra una
difusión hacia fuera lenta de K. La repolarización rápida al final de la fase
de meseta se logra, como en otras células, mediante la abertura de canales de K
sensibles a voltaje y la difusión resultante rápida de K hacia fuera.
La fase de meseta se acompaña de la entrada de Ca, que
empieza el acoplamiento entre excitación y contracción. Así, la contracción
miocárdica acompaña al potencial de acción largo y se completa antes de que la
membrana se recupere de su periodo refractario.
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